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viernes, 15 de febrero de 2013

4 Planes malvados


La dirección de Mark llamó la atención de un  hombre-lobo que se hallaba cazando cerca, esperó un instante a que éste estuviera lo bastante lejos  y entonces se acercó con sigilo a la ventana  de la cabaña para mirar el interior; al ver a los dos muchachos echó a correr en dirección al castillo para avisar a su Reina de lo que acababa de ver.
Corrió sin parar atravesando grandes arboledas y subió una pequeña cima hasta encontrarse a las puertas del castillo las cuales eran custodiadas por dos enormes minotauros, los cuales les cerraron el paso.

-La Reina no puede recibirte ahora está reunida, vuelve después-dijo uno de los guardas con su potente y estremecedora voz.
-Sólo decidle que necesito verla urgentemente porque es referente a la profecía.- le contestó.
-Espera un instante-respondió uno de los minotauros entrando al interior, cuando volvió dijo -puedes entrar, pero date prisa a su majestad no le gustan las interrupciones.

Traspasó la puerta que fue cerrada al instante por  los dos fuertes guardas y atravesó la gran sala en la que se hallaba que estaba repleta de estatuas de guerreros de todas las especies y tenía las paredes adornadas con retratos enormes de Reyes e imágenes de sangrientas batallas y una enorme vidriera en el techo que representaba un ángel de alas negras con un par de colmillos que le sobresalían del labio superior de los cuales goteaba gotas de un líquido plateado que sostenía entre sus manos una espada bañada en sangre por la cual traspasaba la luz solar. Muy decidido siguió al frente para dirigirse a otra enorme puerta que daba a la sala Real de reuniones, llamó a ésta dando dos fuertes golpes con sus grandes y peludos nudillos esperando una respuesta.

-Adelante- le dijo una voz femenina desde el otro lado de la puerta- más te vale que sea importante para interrumpir nuestra reunión, cuenta lo que tengas que decirme.
-He visto a dos muchachos en la cabaña del otro lado de la montaña majestad, eso quiere decir, que la profecía se ha cumplido; cosa que vos negabais que llegara a suceder.
-¿Estaban ellos dos solos?- le preguntó un centauro gris que se hallaba en la mesa junto a la Reina, un hombre-lobo y un minotauro.
-¿Por qué lo preguntáis?- le dijo el minotauro de su izquierda.
-¿Es que no sabéis que la profecía no sólo nombra a esos dos mocosos?, en ella se nombra a la princesa hada y a un elfo marcado con un león.-le dijo a su compañero.
-¿Y qué me respondes tú a eso, Yassiel?-dijo Nastin mirando al único de la sala que se hallaba en pie.
-Pues la verdad no lo sé yo sólo vi a los dos niños, aunque me parecía que hablaban con alguien que yo no veía.
-Pues ve a comprobarlo idiota, para saber si debo mandar al capitán reunir al ejército, corre y no vuelvas hasta asegurarte de lo que  has visto  y de lo que  están planeando.
-Lo que vos ordenéis mi Reina-le respondió haciendo una reverencia y dirigiéndose a la puerta para marcharse.

Nastin, se puso en pie y empezó a caminar de un lado a otro nerviosa pisándose su precioso vestido  azul marino y blasfemando en alto; estaba rabiosa, muy rabiosa y eso se le notaba en su blanca tez pues se estaba tornando roja.
Nastin, era una mujer alta con una gran melena morena que habitualmente llevaba recogida en un moño, siempre llevaba consigo un cetro de oro que le servía de varita mágica y solía ir escoltada por el único humano que vivía en Nurlon.

-¿Porqué no os relajáis, majestad?, esos dos mocosos no tienen nada que hacer frente a su gran poder ¿o no recuerda que fue vos quien venció a la Reina Rowena y se apoderó del trono?-le dijo el hombre-lobo.
-Tienes razón, debería de tranquilizarme pero quisiera saber si  mi “amiguita” estará al tanto del asunto, porque si de verdad gracias a esos enanos insolentes ella recupera todo su poder yo estoy perdida.
-¿A qué se refiere majestad?-dijo el minotauro.
-¡Que la dichosa niña que vivía en esa apestosa cabaña era una bruja y se dice que esos dos quizás podrían usar la magia también!-dijo alzando la voz.
-Pero seguramente no sabrán usarla a no ser que… no, no creo me dijeron que murió.-dijo el centauro.
-¡Dilo, es una orden!
-Pues que el anciano Henry podría enseñarles, ya sabe el fauno que era inseparable de esa niña, el que fue desterrado por ser el único de entre ellos con poderes mágicos
-¿Se sabe si sigue vivo?
-A mi me dijeron que le vieron guarecido en las ruinas del que era el castillo de Rowena-dijo el hombre-lobo.
-¿Tus fuentes son de confianza, Axel?-le dijo Nastin.
-Por supuesto majestad, yo estoy al tanto de casi  todo lo que sucede en Nurlon, tengo hombres vigilando por todo el reino.
-Pues entonces manda a alguien inmediatamente a que capture a ese viejo y me lo traiga para ocuparme personalmente de él.-dijo Nastin.
-A sus órdenes  majestad-le dijo Axel con una reverencia mientras se levantaba y se dirigía a la puerta para marcharse.
-Y tú…-dijo señalando al minotauro- ve preparando a todos tus hombres Prelom, tarde o temprano acabaremos luchando y no quiero que me pillen desprevenida. Se acabó la reunión.-dijo Nastin dirigiéndose a una pequeña puerta que se hallaba al fondo de la sala.

Nastin se encontraba débil, enfurecerse la debilitaba y por eso se dirigió a su biblioteca en la cual había todo tipo de pociones a parte de cerca de dos mil libros de hechicería y pociones, buscó en varias estanterías hasta que vio en un estante alto lo que estaba buscando, era una botellita con un líquido azul celeste, la señaló con su cetro e inmediatamente la botella voló desde el estante a su mano, la abrió y se bebió parte de su contenido y se guardó el resto en un pequeño bolsillo que tenía su vestido.
A continuación se dirigió a una habitación en la que se encontraba Larry que era el único que conseguía calmarla cuando se enfurecía; éste al verla se levantó del sillón en el que estaba sentado y besó su mano, Nastin le devolvió su muestra de afecto acariciándole su mejilla.
-¿Fue todo bien querida?-le preguntó Larry.
-Lo cierto es que no-le contestó mientas se sentaba en el sillón del que éste se había levantado-¿recuerdas la profecía?, pues parece que se cumplió y ya sabes lo que eso significa.
-Que pronto habrá una guerra.
-Exactamente querido.-dijo cogiendo la copa que éste le ofrecía.
 -¿Y vos estáis preparada para luchar?, hace años que no cogéis un arma.- dijo Larry.
-Deberías saber, que a mí no me hace falta arma ninguna, solamente con tener éste cetro entre mis manos soy invencible, nadie ha sido capaz de superar la magia que éste posee.